domingo, 16 de março de 2008

Huérfana de cristal

HUÉRFANA DE CRISTAL
(17.04.06)

Quiero quedarme
y quiero ir,
no quiero volver,
tampoco estar aquí.

Quiero olvidarme
en un sueño de rendición.
Quiero rendirme.
Quiero caeeeeeeerrrrr...

Abandonarme en los brazos
de mi angél guardián,
concretizate angél,
quiero tus alas alrededor
de las mias.

Cansancio
de mí, de él,
de ellas, de ellos,
de las calles porteñas,
de las rejas brasileñas,
del naufragio chileno,
del individual mundo real.

Cansancio de nosotros,
de ser óceano,
de esta sed infinita,
de creer en magia
y en humanidad.

De ser pluma,
cristal cristalina,
poesía,
niña en reunión de adultos.

¿Cuándo veré que nadie verá
lo que ven mis ojos?
¿que nadie leerá lo que
en mis pupilas se escribe?
¿qué nadie me salvará
de mis propios abismos?

Tan huérfana,
niña huérfana,
somos todos tan huérfanos.

Quiero romper la muñeca cristal
que llora ahora,
asustada herida revuelta
dentro de esta pared corporal.

¡Callate niña!
¡Dormite niña!
(su sueño de rendición)
En este mundo enfermo
no hay hogar para vos.

Hay equipajes y estradas,
hay despedidas,
hay noches,
hay bebidas,
besos superficiales,
sexo frío,
hay danzas frenéticas,
hay cigarrillos y alcoholismo,
hay decenas de pastillas
y un sueño de adiós...
... y silencio...

Y todavía hay,
y todavía reina,
insistente ingenuo paterno
hilo de esperanza.

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